- - 1 kilo de sardinas.
- - 250 c.c. de vinagre.
- - 4 hojas de laurel.
- - 1 cucharadita de pimienta en grano.
- - media cabeza de ajos (6 ó 7 dientes)
- - 1 guindilla.
- - aceite de oliva..
- - pimentón.
- - sal.
- Desescamamos con cuidado las sardinas, les limpiamos las tripas y las descabezamos.
- Las lavamos bien con agua y las dejamos a escurrir,
- En una cazuela de barro, las arreglamos en el fondo y esparceremos
sobre ellas el ajo cortado muy pequeño, el laurel con las hojas
enteras, la guindilla a la que habremos hecho un cortecito, los granos
de pimienta y la sal, espolvoreándolas por encima con pimentón.
- A quien no le haga ilusión el picante, puede prescindir de la guindilla.
- Se recubren con aceite de oliva, y luego se reparte por encima todo el vinagre, y las pondremos a cocer a fuego lento y tapadas una media hora.
- Al sacarlas del fuego, deberemos dejarlas reposar durante 24 horas para que adquieran todo su sabor.
- Cuando se sirven, se espolvoréan un poquito con pimentón y se pueden acompañar con un huevo frito o con xulles de l'horta.